1 | La calle Francisco Abreu

La sede actual de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Palma es una edificación levantada en la vertiente oeste de la originalmente denominada calle Nueva, la primera vía urbana trazada en el casco histórico de Santa Cruz de La Palma (en 1876-1878) después de haber transcurrido cerca de trescientos años de la planificación dibujada por Leonardo Torriani en la década de 1580.

El inmueble, así como los del resto de esta calle y la amplia manzana que limita hacia el este con la calle Virgen de la Luz, hacia oeste con la calle San Miguel, hacia el norte con la calle San Sebastián y hacia el sur con la calle Fernández Ferraz, se integra en el solar del desaparecido Convento de Santa Catalina de Sena, fundado en 1624 por el matrimonio formado por Alonso de Castro Vinatea e Isabel de Abreu.

Calle Fernández Ferraz; a la derecha, Convento de Santa Catalina-Cárcel, s. f. | Adolfo Ayut González

Calle Fernández Ferraz; a la derecha, Convento de Santa Catalina-Cárcel, s. f. | Adolfo Ayut González

Situada en el popular barrio de San Sebastián, por acuerdo de la Corporación Municipal del Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma en sesión de 17 de diciembre de 1904, la calle lleva el nombre del médico, propietario y político Francisco Abreu García (Santa Cruz de La Palma, 1861-Breña Alta, 1912), en reconocimiento a «su altruismo en el atendimiento desinteresado a los pobres necesitados», durante la época en la que no existía aún el servicio contemporáneo de atención a la salud pública.

La rotulación había sido promovida a instancias de José María Brito Brito, que encabezó la solicitud junto a sesenta y seis vecinos más, y de Diego Roca de Togores, quien asimismo se adhirió a la propuesta con ciento veinte ciudadanos, «personas también respetabilísimas en esta localidad en las cuales recaen los cargos de autoridades de diversos órdenes administrativos y que con igual entusiasmo deducen la misma petición». Además de los argumentos esgrimidos en la solicitud, el síndico municipal consideró entre los antecedentes «que la Corporación Municipal tiene reconocidos los méritos y desprendimiento del aludido médico D. Francisco Abreu y García, pues en sus actas consta el agradecimiento de la municipalidad por la renuncia que del sueldo de médico del Hospital de esta ciudad ha hecho en favor de aquel benéfico establecimiento» y advirtió que «la calle de que se trata no tiene nombre propio determinado, pues que hasta la fecha no se ha pensado en ponérselo».

El cambio nominativo fue celebrado el 3 de marzo de 1905 por iniciativa de una comisión vecinal del propio barrio de San Sebastián junto a varias autoridades y a otros invitados. En una casa del sector se preparó un lunch y, antes de penetrar en ella, «una salva de aplausos dejóse oír por todas partes, luces de bengala iluminaron las calles llevando sus reflejos hasta la que desde aquel momento ostentaba el nombre del querido facultativo y las sonoras notas del sexteto Euterpe dejáronse oír». En la fiesta ofrecida «al popular licenciado en Medicina y Cirugía, nuestro amigo particular D. Francisco Abreu y García» —escribe El Grito del Pueblo en su crónica publicada el 25 de marzo de 1905—, «hubo buena mesa» y «se pronunciaron patrióticos brindis, en los que se significó cuánto se quiere al popular médico y que él contestó». El evento culminó con un sonado baile «hasta altas horas, pues también en el acto tenía representación el bello sexo».

 

«Homenaje merecido: una fiesta», El Grito del Pueblo (Santa Cruz de La Palma, 25 de marzo de 1905), p. 2 | Jable: Archivo de Prensa Digital de Canarias, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

«Homenaje merecido: una fiesta», El Grito del Pueblo (Santa Cruz de La Palma, 25 de marzo de 1905), p. 2 | Jable: Archivo de Prensa Digital de Canarias, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

2 | La casa Sosa Lorenzo

2.1 | El promotor: Nicolás Sosa Lorenzo

Como otros inmuebles emplazados en la misma calle, la casa debió levantarse hacia 1911 o incluso antes. No obstante, con la documentación disponible hasta ahora, el propietario más antiguo conocido es el carpintero y practicante Nicolás Sosa Lorenzo (Santa Cruz de La Palma, ¿-1914), a quien por el momento puede atribuirse la promoción de su construcción.

Militante del Partido Liberal, Sosa Lorenzo fue concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma en varias legislaturas, actuando incluso como alcalde accidental durante el gobierno municipal de Eugenio Abreu García a la cabeza en 1894. En este cometido, lejos de seguir el modelo de «alcalde de oficina» —según llegaría a denominarlo el periódico El Noticiero—, Sosa fue un estímulo para Abreu García cuando éste retomó su puesto, encargándose, por ejemplo, de la inspección directa de diferentes obras y de visitar los puestos públicos de venta. Así, en su edición de 25 de octubre de 1894, la cabecera reconocía: «Más de una vez hemos aplaudido la conducta observada por nuestro particular amigo, el tercer teniente de Alcalde D. Nicolás Sosa Lorenzo, durante el tiempo que estuvo hecho cargo de la Alcaldía».

Asimismo, en el ámbito diplomático, al menos en 1902 fue vicecónsul de Haití en La Palma y en ese mismo año integró la junta de gobierno del cuerpo consular de Santa Cruz de La Palma en calidad de tesorero (El Grito del Pueblo [15 de enero de 1902]). Como socio de La Investigadora, el 2 de enero de 1914 fue elegido suplente por el presidente de esta sociedad como vocal de la Junta Provincial del Censo Electoral para el ejercicio 1914-1916 (Boletín Oficial de Canarias, 28 de enero de 1914).

En el sorteo de miembros del jurado popular fue elegido integrante en el juicio oral celebrado el 26 de diciembre de 1898 en la sala del Juzgado de Primera Instancia de Los Llanos de Aridane contra Domingo Rodríguez Martín como presunto autor del asesinato de su cuñado Juan Hernández Gómez, alias Templado, a quien desde hacía tiempo el acusado «miraba con malos ojos los tratamientos crueles que daba Juan a su esposa, que ha fallecido ya» (La Justicia [31 de diciembre de 1898]).

Vinculado a la Danza de Acróbatas de la Bajada de la Virgen de las Nieves, dirigió su puesta en escena en la edición lustral de 1910 —tal y como ha puesto de relieve José Eduardo Pérez Hernández («“En la cuerda floja”: la Danza de Acróbatas en las citas lustrales del primer novecientos»; en: i Congreso Internacional de la Bajada de la Virgen, Santa Cruz de La Palma: Cartas Diferentes, 2017)—, todavía nombrada Danza de Gimnastas, que fue representada el lunes 4 de abril por la noche en un total de ocho funciones. Antes, el 29 de septiembre de 1883, había actuado junto a otros miembros de la sociedad deportiva La Patriótica, promotora de la incorporación de este número al programa mariano quinquenal en 1885, en una función celebrada en el Circo de Marte para conmemorar la llegada de la goleta «Ceres» con objeto de situar el punto de amarre del cable telegráfico (José Eduardo Pérez Hernández, «Acróbatas sin fin: el Circo, la Patriótica y la Danza de Gimnastas en Santa Cruz de La Palma durante el segundo ochocientos», Revista de Estudios Generales de la isla de La Palma, n. 6 [2014]).

2.2 | Del uso agrícola al residencial

Plano de ejecución de las obras de apertura del tramo de prolongación de la calle Francisco Abreu, 1930 | Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma

Plano de ejecución de las obras de apertura del tramo de prolongación de la calle Francisco Abreu, 1930 | Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma

La primera noticia gráfica conocida de este solar consta en el plano levantado para la ejecución de las obras de apertura del tramo de prolongación de la propia calle Francisco Abreu, fechado en 1930 (Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma, sign. 132-1-1). En él se observa que la calle transitable, que partía desde su encuentro con la calle San Sebastián, sólo llegaba hasta los tres primeros solares del lado oeste y hasta algo menos de la mitad del segundo solar situado al este de la vía. Así, hacia el poniente, en el actual número 2 se halla un inmueble en esquina con la calle San Sebastián, propiedad en ese entonces de D. Antonio Isidro Durán, proyectado en 1911 por el maestro de obras Francisco Hernández Armas por encargo de José Hernández Martín; en el número 4, otra vivienda de los herederos de Isidoro Vidal, edificada en 1911 por el maestro de obras Eladio Duque Batista; y, en el número 6, otra propiedad urbana con planta en L de los herederos de Nicolás Sosa. Todo el amplio solar del resto de la manzana, lindante por el naciente con la calle aún sin abrir, por el oeste con la calle San Miguel, por el sur con la calle Fernández Ferraz y con el norte con el inmueble número 6 de la calle Francisco Abreu, es un huerto, propiedad también de los herederos de Nicolás Sosa Lorenzo, dotado de un estanque emplazado en la trasera de la casa habitacional, hacia la calle San Miguel.

Casa Sosa Lorenzo; calle Francisco Abreu, 6, 2024 | Juan Alberto Fernández

Casa Sosa Lorenzo; calle Francisco Abreu, 6, 2024 | Juan Alberto Fernández

Exceptuando la huerta, que acabó siendo parcelada y edificada con tres inmuebles residenciales contiguos, la construcción original del número 6 se conserva parcialmente, pues hacia la década de 1990 fue ampliada hacia el poniente durante su ocupación por Radio Ecca. Se trata de una vivienda de peculiar distribución, provista de un acceso a través de un portón, en este caso de entrada lateral, que da paso a un tránsito abierto (gemelo al de la ermita de San Sebastián): una solución adintelada rematada por almenas cúbicas de dos cuerpos y la flecha decorada con trampantojo de ladrillo visto que recuerda las fórmulas neo-mudéjares del arco ojival. Aunque no existe documentación al respecto, es bastante probable que fuera diseñada y construida bajo la dirección de Gabriel Duque Batista, quien desde 1930 residió en ella junto con su mujer, Coralia Sosa Armas, hija de Nicolás Sosa Lorenzo.

Padrón de habitantes de Santa Cruz de La Palma, 1930 | Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma

Padrón de habitantes de Santa Cruz de La Palma, 1930 | Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma

El inmueble propiamente dicho se articula en planta en forma de L en sendas crujías intercomunicadas internamente. La primera, de orientación este-oeste, consta de dos plantas con acceso desde la calle y desde el tránsito al antiguo huerto. Los huecos, tanto de las puertas como de las ventanas (de guillotina), de marcada verticalidad, remiten a los gustos neoclásicos habituales en La Palma desde el siglo xix y, en su interior, la segunda planta conserva el tradicional solladío compuesto por tablas de tea.

La segunda crujía primitiva, de orientación norte-sur, donde debían encontrarse la cocina y el escusado o retrete y alguna otra habitación de servicio de aperos (visible en el plano de 1930), fue derribada y hoy en día se distribuye en tres plantas y cuenta con salida cubierta hacia la calle San Miguel.

Gabriel Duque Batista, Proyecto de nueva planta para una casa con oficinas propiedad de don José Santos Rodríguez, en la calle de Hermenegildo Rodríguez Méndez, 30 de agosto de 1930 [Colegio Oficial de Arquitectos de La Palma, calle Virgen de la Luz, 11] | Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma

Gabriel Duque Batista, Proyecto de nueva planta para una casa con oficinas propiedad de don José Santos Rodríguez, en la calle de Hermenegildo Rodríguez Méndez, 30 de agosto de 1930 [Colegio Oficial de Arquitectos de La Palma, calle Virgen de la Luz, 11] | Archivo Municipal de Santa Cruz de La Palma

En su historia doméstica, entre sus moradores destaca el matrimonio formado desde 1927 por el carpintero y maestro de obras Gabriel Duque Batista (Santa Cruz de La Palma, 1885-1970), autor de varios edificios representativos del eclecticismo arquitectónico de Santa Cruz de La Palma, diseñados entre 1920 y 1935, y María Coralia Sosa Armas (1890-1986), hija de Nicolás Sosa Lorenzo. Tenida por una mujer particularmente culta y de fina estampa, Loló Fernández Felipe (Santa Cruz de La Palma, 1947), que vivió en el desaparecido número 5 de la calle (a espaldas de la antigua Cárcel, instalada en la casa-convento de Santa Catalina en 1842 hasta su derribo para levantarse en su lugar el Colegio Público Sector Sur, hoy Centro Cultural José Pérez Andreu), recuerda una anécdota:

«Las vecinas del barrio salían juntas a los bailes de máscaras celebrados en el Circo de Marte por Carnaval. Doña Coralia solía disfrazarse con Maruca Lugo y mi madre, María Lola Felipe, en casa, y siempre decía: “Aplíquense unas gotas de un perfume que no suelan usar habitualmente para que no las reconozcan”. Durante estos bailes, era frecuente que los chicos sacaran a bailar a las chicas, pero, para consentirlo, antes le hacían algún regalito. A la mañana siguiente doña Coralia aparecía de nuevo por casa cargada de cajas de bombones: “Esto es para las niñas, porque yo no puedo comer tanto chocolate…”. Los chicos, uno tras otro, la sacaban a bailar porque tenía figura de una mujer jovencita. Con estas picardías, ellas, que ya estaban en edad madura, se reían y lo pasaban muy bien».

Mascaritas de la familia Yanes Acosta en el Teatro Circo de Marte, s. f. | Biblioteca Municipal de Teatro Antonio Abdo, Fondo Pilar Acosta Rodríguez

Mascaritas de la familia Yanes Acosta en el Teatro Circo de Marte, s. f. | Biblioteca Municipal de Teatro Antonio Abdo, Fondo Pilar Acosta Rodríguez

Desde 1930, el matrimonio Duque-Sosa reside en esta casa. En el padrón de habitantes de ese año consta que sabían leer y escribir, que Gabriel había nacido en 1885, ejerciendo profesionalmente como «carpintero», y que «Corali», nacida en 1890, se dedicaba a las tareas de «su casa». En 1933, Gabriel Duque Batista edifica una casa de una planta por el costado de su residencia, hacia la calle San Miguel, que durante la ii República había cambiado su denominación por la de Estanislao Figueras.

Ejecución de obras en la calle San Miguel; en primer plano, antigua tapia de la casa Sosa Lorenzo, s. f. | Adolfo Ayut González

Ejecución de obras en la calle San Miguel; en primer plano, antigua tapia de la casa Sosa Lorenzo, s. f. | Adolfo Ayut González

En la familia Sosa sobresale también Josefa Sosa Armas, quien ejerció como maestra en una academia privada de educación infantil en el barrio de San Sebastián, donde se perpetuó su nombre en el Rincón de Pepita Sosa por acuerdo de la Corporación Municipal de 1998 a instancia de doscientos veinticuatro antiguos alumnos y madres.

E igualmente Nicolás Sosa Pérez (Santa Cruz de La Palma, 1933), hijo de Gabriel Sosa Armas y de Nieves Pérez Pino, autor del poemario De puertas adentro y colaborador en Diario de Avisos con artículos de opinión y con aproximaciones a capítulos de la historia local, como «La Palma: alumbrado y telégrafo» (10 de diciembre de 2002) o «El recuerdo de Felipe López» (4 de junio de 2022). Por su valor testimonial, sirva como ejemplo de su producción el siguiente fragmento de un artículo (27 de julio de 2004; disponible en: <https://www.mgar.net/docs/carmen.htm>) sobre la festividad de Nuestra Señora del Carmen celebrada en el barranco homónimo de Santa Cruz de La Palma:

«A pocos kilómetros del núcleo urbano de la ciudad, aunque todavía dentro de su término municipal, cruzado por la carretera general del norte de la isla, se encuentra el hermoso barranco del Carmen, el cual recibe su nombre de la ermita existente en su fondo bajo tal advocación. En torno del pequeño templo se extiende una plazoleta (no sé si la habrán ampliado) que sirve de escenario para la fiesta en honor de la Virgen del Carmen, otra imagen, de menor tamaño que la de El Salvador, pero dotada de una ingenua belleza. En mis tiempos juveniles (ahora casi todo el mundo tiene coche), la gente acudía a esta fiesta —muy popular, por cierto— recorriendo a pie los pocos kilómetros que separan el lugar de la ciudad, lo cual se convertía en una espontánea de ida y vuelta que duraba todo el día, amenizada por alguna parranda o por el canto, no siempre afinado, de los que regresaban. El programa, como el de todas las entonces celebraciones en ambientes rurales, no iba más allá de la función religiosa, la procesión en torno de la ermita, repique de campanas y estampido de voladores, con el adobo musical de la banda de turno que amenizaba un inacabable paseo alrededor de la iglesia. El detalle que permanece más vivo en mi memoria era el olor de la ermita ese día: la señora que custodiaba las llaves y se encargaba de la limpieza y adorno del acogedor templo colocaba una manzana de Garafía en el altar, suficiente para perfumar todo el recinto. Tal era el aroma de aquel fruto, especie única que, me temo, tal vez no se cultive ya en las fértiles tierras del campo garafiano».

2.3 | Organizaciones «inquilinas»

Francisco Hernández Martín, Planos de distribución de la Casa Sosa Lorenzo, 2021 | Cabildo Insular de La Palma

Francisco Hernández Martín, Planos de distribución de la Casa Sosa Lorenzo, 2021 | Cabildo Insular de La Palma

Desde 1983 y hasta 2009, primero sólo una parte del inmueble y luego en su totalidad, fue sede principal del sistema de enseñanza Ecca, un modelo innovador fundamentado en el triángulo radiodifusión-elaboración de contenidos a partir de un esquema-encuentro semanal con el profesor o profesora orientador, que propició la obtención de formación académica a un alumnado alejado de los principales centros docentes reglados, a personas con discapacidad y a jóvenes embarazadas en edad adolescente.

En este sentido, Radio Ecca en La Palma resultó crucial para la alfabetización y alcanzar certificados de Escolaridad o de Estudios Primarios, de Graduado Escolar, de Bachiller y de diferentes cursos formativos impartidos en su llamada Aula Abierta, que incluía desde Escuela de Padres a Educación para la Salud, pasando por Manipulación de Alimentos, entre otros. Como ha explicado Nieves Pilar Acosta Rodríguez (Santa Cruz de Tenerife, 5 de octubre de 1949), una de las docentes: «Hubo que luchar mucho contra la discriminación… ¡de la mujer, sin ir más lejos! Existió incluso quien llegó a protestar con comentarios como: “Mucho daño ha hecho radio Ecca en La Palma. Porque las mujeres se sacan su título de graduado escolar, de bachiller…, y luego van y dejan a sus maridos”».

También el Cabildo Insular de La Palma cedió, en su momento, parte del uso del edificio al Club de Leones de La Palma (Lions Internacional), sociedad de fines altruistas y benéficos que, en Santa Cruz de La Palma, entre otras acciones, promovió y costeó el montaje del Museo Naval de la capital palmera y la rehabilitación del antiguo llano de las Monjas para su conversión en el actual Parque Infantil.

Por acuerdo del Consejo de Gobierno Insular del Excmo. Cabildo Insular de La Palma, reunido en sesión ordinaria de 5 de noviembre de 2021, la Administración Insular, en calidad de propietaria, cedió parte del uso del inmueble a la Económica para el desarrollo de sus funciones y actividades.

Calle Francisco Abreu, s. f. | Adolfo Ayut González

Calle Francisco Abreu, s. f. | Adolfo Ayut González